8/09/2013

"Yo tenía treinta y dos años y no era la primera vez que me sucedía algo parecido. Me había marchado, había sido abandonada, había conocido a hombres bastante más agradables que Claude, el friqui.
Creo que era esa sensación de que todo se acababa, de que todo cambiaba, de que las personas que me habían cogido de la mano ya no estaban, de que el suelo desaparecía bajo mis pies, de que entre el universo infinito y yo no había otra cosa que un paraguas azul cielo con pequeños lunares blancos."
- La sonrisa de las mujeres, Nicolas Barreau.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario